Tiempos de Libertad. El lado salvaje de la utopía libertaria y el modelo misionero que integra orden fiscal y Estado presente

La inflación en baja y el dólar planchado llevaron al gobierno de Javier Milei a sus mayores niveles de aceptación popular desde que inició su mandato. Los cuestionamientos respecto a la sostenibilidad de un país que gasta más dólares de los que genera y que está poniendo a varios rubros de la industria en terapia intensiva quedan para los analistas, para el ciudadano común queda la impresión de que la situación está controlada, porque el dólar está quieto y los precios no aumentan como lo hacían antes.

 
Los primeros test electorales lo confirmaron. Javier y Karina ganaron por goleada la elección que más les importaba, la interna de la centroderecha en CABA, dejaron de rodillas al PRO y les picaron el boleto a las aspiraciones políticas de Mauricio Macri.

 
Consolidado como líder absoluto del antiperonismo en todas sus formas, Milei se apresta ahora a dar la pelea por la provincia de Buenos Aires contra un kirchnerismo debilitado y dividido en una interna que no encuentra vías de solución.

Surfeando en la cresta de la ola, el León y sus acólitos se sienten liberados para empujar los límites de lo socialmente aceptable. La revolución cultural muestra entonces su costado más antipático, se celebra la crueldad y la solidaridad deja de ser un valor deseable.

La palabra presidencial abusa de la descalificación en la discusión pública, cualquier atisbo de disidencia se castiga con vehemencia desmedida, el más burdo adoctrinamiento se convirtió en una conducta aceptable, incluso en canales infantiles.

El rigor de la motosierra, que prometió destruir solamente los privilegios de la casta política, se siente con fuerza en áreas sensibles como la salud pública y la educación y en aspectos estratégicos como la ciencia y técnica.

Ni siquiera los discapacitados se salvaron. El jueves asociaciones y ONG con presencia en al menos 14 provincias reclamaron por falta de pago a prestadores y pensiones. Denuncian la quita de pensiones no contributivas, falta de cobertura prestacional y medicamentos. Prestadores de servicios piden una urgente actualización de sus honorarios.

El titular de la Agencia Nacional De Discapacidad, Diego Spagnuolo, (el mismo que había emitido una resolución que catalogaba a personas con discapacidades mentales con términos como “idiota”, “imbécil” o “retardado mental”) volvió a quedar en el centro de la polémica tras conocerse sus respuestas a los planteos de la madre de un niño con autismo.

“Si tuviste un hijo con discapacidad es problema de la familia, no del Estado”, espetó el titular de la Agencia de Discapacidad en un ejemplo del espíritu solidario libertario, para luego reclamar “¿por qué yo tengo que pagar peaje y ustedes no? ¿Por qué vos no pagás estacionamiento y yo sí?”.

El vaciamiento del hospital Garrahan es otra de las consecuencias de la falta de interés del gobierno nacional por sostener un sistema de salud pública. Desde que asumió el gobierno de Milei, los sueldos del personal del hospital que salva las vidas de cientos de niños de todo el país no hizo más que devaluarse.

Actualmente, un residente que trabaja 70 horas semanales cobra 700 mil pesos y un enfermero con diez años de antigüedad recibe cerca de 900 mil pesos. Por debajo de la línea de la pobreza para una familia tipo.

En el último año y medio más de cien profesionales que se desempeñaban en este hospital se vieron obligados a renunciar a sus cargos, simplemente porque no podían subsistir con los ingresos que cobraban.

El vocero Manuel Adorni reconoció que los sueldos de este hospital nacional son muy bajos y lo atribuyó a un supuesto exceso de personal administrativo que se “come” la mayor parte del presupuesto.  “El Garrahan tiene 953 empleados administrativos y sólo 478 médicos de planta”, aseveró en una de sus conferencias.

En la misma tesitura se manifestó el presidente Milei, que en diálogo con un streaming libertario dijo que la protesta está “politizada”, repitió el argumento del supuesto exceso de personal administrativo y los atribuyó a los “psicópatas de los kirchneristas”.

De acuerdo con trabajo de fact checking que publicó el sitio Chequeado, los dichos de Adorni repetidos por Milei son falsos. “El 68% de los trabajadores del hospital (3.190) forman parte del nivel asistencial -es decir, están en contacto con los pacientes-, según datos de 2024 del Departamento de Estadística del hospital. El personal administrativo está compuesto por 473 personas, no 953 como dijo Adorni”, concluye la investigación.

Además, esos datos no contemplan a residentes y becarios, que son alrededor de 1.800 por año y que casi todos son médicos, con lo cual el porcentaje de personal médico se eleva todavía más en comparación con los administrativos.

La misma suerte del Garrahan están corriendo las instituciones orientadas a ciencia y técnica, como el Conicet, el INTA, el INTI, el INIDEP, entre otros.

Más que presupuestarios, los motivos detrás del vaciamiento de estas organizaciones son ideológicos. Ninguna de ellas insume costos significativos a la estructura del Estado, pero su continuidad atenta contra el ideal libertario que defiende Milei.

Tal como lo expresó en muchísimas oportunidades, sin tapujos ni posibilidad de dobles interpretaciones, el Presidente pretende un Estado reducido a su mínima expresión. Que se limite a prestar seguridad, justicia y una representación ante los demás países. Ni Milei ni los autores que suele citar creen que un Estado deba garantizar servicios básicos como salud y educación a sus ciudadanos, menos aun brindar algún tipo de asistencia a personas con discapacidad.

Mate amargo para Karina
Otra de las banderas que levantan los libertarios es la de la desregulación de todas las actividades de la economía. Lo descubrieron los productores yerbateros, que mayoritariamente votaron a Milei, en diciembre de 2023 cuando uno de los primeros actos de gobierno del libertario fue quitarle al INYM sus facultades para definir precios oficiales y adoptar medidas tendientes a regular la oferta de materia prima.

Lo que siguió fue un descomunal desplome de los valores de la hoja verde, proceso alimentado por la cosecha récord de 2024, que provocó grandes pérdidas a los más de 12 mil productores y a la economía en las zonas yerbateras.

En varias oportunidades, la última hace poco más de una semana, el ministro de Desregulación del Gobierno nacional, Federico Sturzenegger, celebró la caída de los precios de la yerba mate por el alivio que ello significaba para el universo de consumidores y mandó a los productores que no conseguían rentabilidad con esos precios a “dedicarse a otra cosa”.

Quien encabeza la lista de candidatos a diputado provincial de LLA en Misiones, Diego Hartfield, se manifestó en el mismo sentido: “el precio bajó porque el peso se fortaleció y eso benefició a 40 millones de argentinos. Según datos del INDEC, la yerba en góndola bajó 4% este año, mientras la inflación fue del 11,5%. Esto ayuda a las familias, sobre todo a las de menores ingresos”, dijo la semana pasada en conferencia de prensa durante la visita de Martín Menem a Puerto Iguazú.

El argumento es claro: que los argentinos tengan yerba barata a costilla de la pobreza del pequeño productor. Importa la góndola, no la chacra.

En ese contexto, la hermana del presidente y principal armadora de LLA a escala nacional, Karina Milei, visitó ayer Oberá. Tenía previsto un recorrido por el centro de la ciudad donde la esperaba una manifestación de yerbateros que protestaba contra la desregulación del sector y todo terminó en un confuso episodio con golpes, gritos y empujones.

Según explicó el presidente del Movimiento Agrario de Misiones (MAM), Salvador Torres, uno de los dirigentes que convocó a la manifestación, el objetivo no era provocar si no explicarle a Karina Milei la difícil situación que atraviesa el pequeño productor.

Afirmó que muchos de los que participaron son votantes de Milei que, si bien están desencantados con la falta de interés del Gobierno nacional por la problemática yerbatera, también creen que ese desinterés responde a una supuesta falta de información por parte de las personas que tienen capacidad de decisión dentro del Gobierno nacional.

Pretendían entregar un petitorio y tener un diálogo con Karina, pero al verse frustrados sus intentos por llegar a la hermana del presidente, los ánimos se fueron caldeando. Fue entonces cuando algunas personas comenzaron a arrojar ramas de yerba a la comitiva libertaria, la situación escaló y hubo los forcejeos y gritos. “Milei nos mentiste”, fue la consigna más repetida.

Viendo que el horno no estaba para bollos, los libertarios interrumpieron el recorrido por el centro de la Capital del Monte, suspendieron un acto partidario que tenían previsto allí y volvieron a Posadas.

Para Karina fue el primer repudio público en su rol de armadora de LLA. Y no fue una acción premeditada u orquestada por algún partido opositor, fue una expresión genuina de hartazgo ante la falta de respuestas del Gobierno nacional a una problemática que afecta a una actividad con alto impacto económico y social.

La falta de vocación de los libertarios para afrontar un diálogo franco, directo y civilizado con personas que tienen una visión crítica, convirtió lo que podría ser un intercambio fructífero, en un episodio violento.

Responsabilidad fiscal y Estado presente, el combo misionero
Mientras el Gobierno nacional pretende reemplazar el Estado ineficiente y sobredimensionado que dejó el kirchnerismo con uno minúsculo y ausente, el Gobierno de Misiones propone un Blend que supere esa dicotomía y que se resume en la figura de un Estado inteligente.

Lo que se busca en definitiva es dar una respuesta al ciudadano común que no sueña con la Patria Grande ni aspira a distopía libertaria del “sálvese quien pueda”. Quiere algo más sencillo: una economía ordenada, que le permita progresar, pero no la quiere al costo de dinamitar la salud y la educación o dejar en banda a los discapacitados.

El Blend que propone la renovación como síntesis de los aspectos más razonables de la cosmovisión libertaria y los ejes centrales del modelo misionerista, apunta a reforzar las fuertes coincidencias entre los gobiernos provincial y nacional, pero también a preservar diferencias.

La disciplina fiscal que es prioridad absoluta para Javier Milei, está presente desde el primer día de la gestión renovadora, que se ajusta a una premisa innegociable: no gastar más de lo que se tiene. Eso permitió a Misiones transitar un camino de desendeudamiento que hoy la tiene como una de las provincias mejor calificadas en materia de riesgo crediticio.

La diferencia es que la provincia llegó al orden fiscal y lo sostuvo durante más de veinte años sin necesidad de recortar en áreas sensibles como salud o educación.

Mientras el Gobierno nacional empuja al abismo al Garrahan, Misiones invierte en un instituto para el cáncer, un robot para practicar cirugías de alta precisión, un tomógrafo con tecnología PET para diagnóstico oncológico, se modernizan laboratorios y se continúa con las políticas de género.

La educación es otro ejemplo. Mientras otras provincias discuten cierres y achiques, aquí florecen iniciativas de vanguardia como la Escuela Secundaria de Innovación, la apuesta por la robótica educativa, Silicon Misiones como polo de desarrollo tecnológico, y programas para sostener al pequeño productor agropecuario en tiempos de crisis.

Con el kirchnerismo fuera de carrera y el combo PRO-UCR en vías de extinguirse, las elecciones provinciales del 8 de junio ponen en competencia esos dos modelos: el orden fiscal con ajuste salvaje y alineamiento directo con Casa Rosada que proponen los libertarios puros y el orden fiscal con educación, salud, contención social y apoyo al comercio y a la producción que impulsa la renovación desde que asumió.

 
MOL